Prevención del suicidio en enfermería: herramientas y técnicas de implementación
Caso de estudio
Claire es una mujer de 75 años que recientemente ha sido diagnosticada con cáncer de hígado en etapa cuatro. Actualmente vive en un centro de vida asistida. Mientras realiza su evaluación diaria, la enfermera nota que Claire está actuando más retraída, tiene un efecto muy plano y afirma que no ha estado durmiendo bien por la noche. Expresa sus temores sobre su nuevo diagnóstico, que se convierte en una carga para su familia, y afirma: “Sería mejor para todos si yo no estuviera presente”.
Papel de la enfermera en la prevención del suicidio
Las enfermeras juegan un papel importante en la prevención del suicidio. Debido a que el suicidio es tan frecuente en los Estados Unidos, no es necesario ser enfermero psiquiátrico para encontrarse con un paciente potencialmente en riesgo. El suicidio es la décima causa principal de muerte en los Estados Unidos y se cree que una persona muere por suicidio cada 15 minutos. Dicho esto, el primer paso que podemos dar como enfermeras en la prevención del suicidio es mediante la detección y la evaluación.
Una herramienta de detección de suicidios es una herramienta estandarizada que los médicos pueden utilizar para evaluar a todos en busca de riesgo de suicidio. Algunas de las preguntas pueden incluir cosas como, “¿Sufre de depresión?” ‘¿Le faltan interés en las actividades que solía disfrutar?’ o ‘¿Alguna vez has pensado en hacerte daño?’
Una evaluación de suicidio se realiza generalmente en un paciente que se cree que es ya estar en riesgo. Los pacientes que están en riesgo pueden incluir aquellos con problemas de abuso de sustancias, problemas de salud mental, pacientes con enfermedades crónicas y pacientes que están atravesando cambios importantes en la vida, como divorcio, pérdida de trabajo o muerte de un ser querido. Una evaluación es un proceso más profundo, que generalmente implica una conversación extensa con el paciente.
Implementación y herramientas de prevención del suicidio
Como enfermeras, hay una serie de cosas que podemos hacer para evaluar y evaluar a nuestros pacientes en busca de riesgo de suicidio. El paso más importante que podemos dar es desarrollar una relación con nuestros pacientes. Mantener las líneas de comunicación abiertas aumenta las posibilidades de que nuestros pacientes se abran a nosotros y nos digan si tienen ideas suicidas. También es importante evaluar la letalidad y determinar si el paciente tiene los medios y la capacidad para quitarse la vida.
Una herramienta de décadas de antigüedad que se ha utilizado en enfermería es un contrato de no suicidio . Este contrato puede ser un acuerdo verbal o un contrato escrito y firmado entre la enfermera o el médico y el paciente que indique que el paciente se comunicará con el proveedor si en algún momento está pensando en hacerse daño. En caso de que no puedan comunicarse con el proveedor, irán a la sala de emergencias. Si bien no hay suficiente investigación para afirmar que esta herramienta realmente funciona, puede ayudar a disminuir el riesgo de suicidio, pero definitivamente no debe confiarse en ella como el único método de tratamiento.
Si se considera que un paciente está en riesgo de suicidio, la enfermera también debe tener fuentes de referencia adecuadas disponibles para el paciente. Estos pueden incluir líneas directas a las que el paciente puede llamar si tiene pensamientos suicidas o incluso grupos de apoyo o consejeros a los que el paciente puede comunicarse.
Al aplicar estas herramientas a nuestro estudio de caso, sería apropiado que la enfermera de Claire la evaluara más a fondo por el riesgo de suicidio. Debería hacerle algunas preguntas más detalladas como, “¿Te sientes triste o lloras a menudo?” y ‘¿Alguna vez has pensado en hacerte daño?’ Después de evaluar más a Claire, es posible que la enfermera deba consultar a un psiquiatra y proporcionar a Claire algunos recursos adicionales. También debería recordarle a Claire que ella o una de las otras enfermeras siempre están disponibles para hablar si Claire está pensando en hacerse daño y alentar a Claire a que prometa que se comunicará con uno de los miembros del personal en lugar de intentar hacerse daño.
Al implementar estas herramientas, es importante tener en cuenta que si un paciente en el hospital o centro de enfermería tiene un alto riesgo de suicidio, es posible que sea necesario tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad. Colocar al paciente en una habitación cercana a la estación de enfermería y realizar controles frecuentes del paciente es vital para su seguridad. Si se sabe que un paciente tiene ideas suicidas, es posible que se necesite una niñera para que se siente con el paciente en todo momento mientras el plan de tratamiento esté en vigor.
Resumen de la lección
El suicidio es la décima causa principal de muerte en los Estados Unidos. Como enfermeras, es importante examinar y evaluar a nuestros pacientes para detectar el riesgo de suicidio. Una herramienta de detección de suicidios es una herramienta estandarizada para evaluar a la población general. Una evaluación de suicidio es una conversación más profunda para evaluar a un paciente que ya está en riesgo. Un contrato de no suicidio puede alentar al paciente a buscar ayuda antes de intentar hacerse daño, pero no se debe confiar en él como el único método de tratamiento. Las enfermeras deben estar preparadas con fuentes de derivación para pacientes que se consideran en riesgo de suicidio.
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