Capital social: definición y teoría
¿Qué es el capital social?
Si eres fanático de la comedia y la sátira, es posible que hayas notado que una fuente común de inspiración para los comediantes en estos días es la forma en que los estadounidenses son percibidos por personas de otros países. Pero si bien las bromas sobre cómo sería prudente pegar una pegatina con la bandera canadiense en su equipaje a veces son divertidas, también contienen un poco de verdad. Lo sepan o no, estos comediantes hablan de un concepto conocido como capital social. Ya sea que viaje al extranjero o no, es increíblemente importante.
El capital social es un término que se utiliza para describir la participación o posición de una persona dentro de un grupo social en particular, que contribuye a sus vidas de ciertas formas. Por ejemplo, en los pueblos pequeños la gente tiende a conocerse más entre sí que los que viven en las ciudades, y se unen más por los puntos en común. En este caso, la población del municipio posee un importante capital social que fortalece a la comunidad.
A diferencia del capital físico (automóviles, casas o dinero) o el capital cultural (educación o carrera), el capital social depende de los grupos de los que forma parte, las personas que conoce y la medida en que se relaciona con ese grupo. Un CEO de una gran corporación, por ejemplo, tiene una cantidad significativa de capital social porque tiene una red social grande e influyente , que son las conexiones que ha hecho a lo largo de su carrera.
La teoría del capital social
Aunque existía como un concepto vago a mediados y finales del siglo XIX en el trabajo de ciertos filósofos y críticos sociales, las teorías académicas sobre el capital social no fueron un área de fuerte enfoque académico hasta finales de la década de 1980 y principios de la de 1990. El concepto que impulsa la teoría del capital social es que la posición de una persona dentro de un grupo particular proporciona ciertos beneficios que funcionan a su favor. Desde la perspectiva de los científicos sociales, el capital social enfatiza la comunidad para fortalecer las comunidades.
Aunque está separado del capital físico y cultural, el capital social tiene una fuerte influencia en ambas áreas. Por ejemplo, si una empresa está considerando a dos candidatos internos con idénticos niveles de experiencia para un puesto y ellos eligen a la persona que forma parte de más comités o es más conocida dentro de la empresa, ese puesto se adjudica, en parte, sobre la base de capital social. En este caso, a la persona se le otorgó el trabajo debido a su asociación conocida con otros en la empresa, el grado en que participa y, en ocasiones, su popularidad dentro del grupo.
Debido a los beneficios potenciales del capital social, los politólogos observan una correlación importante entre el capital social y la participación cívica , que es el grado en que una persona participa o contribuye a su comunidad o país. En este caso, los académicos enfatizan que es más probable que una persona participe en la construcción de la comunidad y se vincule con quienes la rodean porque, entre otras cosas, funciona en su beneficio.
Capital social negativo
Inicialmente, cuando surgieron las teorías sobre el capital social a finales del siglo XX, los investigadores creían que era un concepto moralmente neutral. Esto significa que en un contexto social amplio, todos tenemos un cierto grado de capital social porque todos somos parte de un grupo, y las relaciones que formamos en esos grupos a menudo nos benefician de manera positiva. En años más recientes, sin embargo, los científicos sociales han comenzado a explorar las formas en que el capital social opera en entornos negativos.
Por ejemplo, en ciertas comunidades donde las tasas de criminalidad o la actividad de las pandillas son altas, el capital social negativo puede permitir que una persona ascienda en las filas de las organizaciones criminales. Ejemplos de esto serían figuras del crimen como Al Capone u otros gánsteres famosos como Jimmy Hoffa. Dependiendo de su punto de vista, esto podría ser una promoción positiva o negativa, pero también viola la creencia de que el capital social fortalece a las comunidades. En este caso, el capital social negativo hace lo contrario al aumentar la violencia y debilitar a la comunidad a través de la actividad de las pandillas.
Resumen de la lección
Dediquemos unos minutos a repasar lo que hemos aprendido. En las ciencias sociales, capital social es el término utilizado para describir la posición o participación de una persona dentro de un grupo social en particular, que tiende a beneficiarla. Por ejemplo, un CEO de una gran corporación es una persona que posee una gran cantidad de capital social porque es muy respetado, tiene una gran red social (o las conexiones que ha establecido a lo largo de su carrera) y ocupa un puesto de poder. Desde la perspectiva de los científicos políticos, el capital social es un factor importante que contribuye a la fortaleza de un grupo y se correlaciona directamente con la participación cívica , que es el grado en que una persona participa o contribuye a su comunidad o país.
Cuando surgió por primera vez a fines del siglo XX, la mayoría de los académicos creían que el capital social era un concepto moralmente neutral, pero en los últimos años, los investigadores han comenzado a explorar las formas en que el capital social influye negativamente en la vida de las personas. Este capital social negativo se demuestra mejor en áreas con altas tasas de criminalidad o actividad de pandillas, lo que debilita a las comunidades y provoca un aumento de la violencia.