Cómo la reubicación y la reestructuración corporativas afectan a los empleados

Publicado el 10 noviembre, 2020 por Rodrigo Ricardo

Reubicación y reestructuración corporativa

Seamos realistas, a medida que la economía cambia, las empresas a veces se ven obligadas a reubicarse o reestructurarse para cumplir sus objetivos financieros.

Cuando una empresa se reestructura, está cambiando la forma en que hace las cosas en respuesta a factores ambientales como las tendencias económicas adversas, el reposicionamiento para colocar a la empresa bajo una nueva luz o la creación de subdivisiones que faciliten una mejor gestión e incluso exenciones fiscales.

Por ejemplo, Time Inc. tomó la decisión de reestructurarse consolidando varias de sus existencias de revistas en una sola cartera. Esta decisión se tomó para optimizar la empresa.

Las consecuencias de la elección de Time Inc. fueron el despido de unas 500 personas. Aunque no parece mucho en una corporación del tamaño de Time, su costo dejó a la gente sin trabajo.

La reubicación corporativa también pesa mucho sobre los empleados. Cuando una empresa se traslada a otro estado o país, los empleados se enfrentan a decisiones difíciles. Para algunos, puede verse como una nueva aventura.

Para otros, podría significar renunciar a un hogar y a una familia extendida para mudarse a un lugar desconocido. Sin embargo, otros pueden verse obligados a separarse de la empresa.

En 2014, Sony Pictures Imageworks anunció su plan de trasladar sus instalaciones de producción de Los Ángeles a Canadá. Su razón fundamental: las exenciones fiscales y los tipos de cambio hicieron de Canadá un lugar mucho más atractivo. Esto dejó la suerte de 270 empleados en la balanza.

Aquellos cuyo destino quedó en manos de los ejecutivos de Sony tuvieron que tomar una decisión. Quédese en Los Ángeles y busque otro empleo o persiga sus trabajos a otro país.

El precio real de la reestructuración y la reubicación

A menudo leemos que las empresas toman decisiones que les permitirán ahorrar dinero, aumentar los ingresos y aumentar las ganancias.

Pero, ¿quién paga el precio real? Lo más probable es que los empleados experimenten dolor psicológico y financiero.

Para los empleados que se quedan en el polvo, es común sentir rabia e impotencia. Después de todo, la decisión de reestructurarse o reubicarse estaba fuera de su control.

Verá, para la mayoría de nosotros, el trabajo proporciona mucho más que libertad financiera. Nos hace sentir bien con nosotros mismos. Nos conectamos con compañeros de trabajo a nivel emocional y esto crea relaciones duraderas. Luego, con poca o ninguna advertencia, estas relaciones se rompen dejando solo al empleado expulsado.

La reubicación afecta a los empleados y sus familias. Cuando una empresa traslada sus oficinas a otra ciudad, los empleados se enfrentan a decisiones difíciles. Desarraigar a la familia es una consideración importante. Dejar amigos atrás es otra.

Sin embargo, aún hay más en qué pensar. ¿Será asequible la nueva ubicación? ¿Hay buenas escuelas en la nueva ubicación? ¿Cómo manejará el nuevo empleado viajar entre dos ciudades si mudarse no es una opción?

La decisión de pasar de lo cómodo a lo desconocido puede traer muchos problemas emocionales. No ser aceptado en la nueva comunidad es un temor común. Por lo tanto, puede que no sea fácil encontrar nuevos amigos que compartan intereses comunes.

La inestabilidad financiera es otro problema. Si el empleado está vendiendo una casa, puede terminar teniendo dos hipotecas durante la transición, lo que hace que el dinero sea escaso. Teniendo en cuenta el costo de la reubicación, podría significar tener menos recursos disponibles.

Las preocupaciones sobre las relaciones también están a la vanguardia. Si uno de los cónyuges tiene una carrera, puede significar que el cónyuge tendrá que renunciar a su sustento. También puede significar perder un salario si el cónyuge no puede reemplazar el trabajo después de la mudanza.

Al final, una reubicación o reestructuración representa un cambio. Para muchos, esto significa tensión entre familiares, amigos e incluso colegas.

Hay sentimientos de desesperanza y estrés porque la decisión puede estar fuera del control de uno.

El lado bueno de la reubicación y la reestructuración

No es del todo malo. Ser parte del cambio también puede ser algo bueno. Si todos los involucrados son parte de la toma de decisiones, la mudanza o el cambio de trabajo puede ser un momento de emoción, un nuevo comienzo.

Si se enfrenta a tener que cambiar de trabajo o mudarse a una nueva ciudad, siga algunos consejos:

  • Discutir la situación en las primeras etapas.
  • Involucrar a todos los involucrados en las decisiones
  • No haga suposiciones sobre cómo se sienten los demás involucrados
  • Mantén una actitud positiva
  • Investigar oportunidades y presentarlas a todas las partes para su discusión.
  • Haga preguntas a su empleador

Para algunos, puede parecer el fin del mundo. Pero con la mentalidad adecuada, realmente puede ser una aventura nueva y emocionante.

Resumen de la lección

Ya sea que una empresa se reestructura o se traslade, los empleados se encontrarán en el fuego cruzado. Será necesario tomar decisiones.

Si el empleado es desplazado debido a una reducción de personal, puede haber sentimientos de aislamiento y depresión. Los niveles de estrés también pueden ser altos. Durante este tiempo, es mejor mantener una actitud positiva y permitir que todos los involucrados sepan cómo se siente.

Cuando una empresa se traslada, a menudo deja al empleado con una serie de decisiones importantes que tomar. Las decisiones financieras y sociales son prioritarias. Dejar todo lo que es familiar para trazar un rumbo desconocido puede ser estresante. Involucrar a la familia en una etapa temprana del proceso de toma de decisiones puede aliviar el estrés del cambio.

Finalmente, puede ayudar a entrar en la nueva fase con los brazos abiertos. Míralo como una aventura con infinitas posibilidades.

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