Edema cerebral: síntomas y tratamiento

¿Qué es el edema cerebral?

La forma más sencilla de definir el edema cerebral es desglosar el significado de cada palabra. ‘Cerebral’ significa ‘cerebro’ y ‘edema’ significa ‘hinchazón’ (o retención de líquidos), por lo que ‘edema cerebral’ simplemente significa ‘hinchazón del cerebro’.

El edema cerebral es una afección bastante grave que a menudo requiere atención médica inmediata. Piénselo: su cerebro está encerrado en su cráneo, por lo que realmente no hay mucho espacio “extra” para que el cerebro se expanda. Si el cerebro se hincha hasta el punto de presionar contra el interior del cráneo, la presión resultante puede cortar el flujo sanguíneo y, en última instancia, privar al cerebro de oxígeno. Si esta privación de oxígeno dura demasiado, las células comienzan a morir y se produce un daño permanente.

La hinchazón en el cerebro puede ser causada por una enfermedad, lesión o incluso por una gran altitud, y la gravedad de la hinchazón a menudo depende de la causa. Por ejemplo, una enfermedad como un tumor solo puede causar hinchazón en una parte del cerebro, mientras que la hinchazón causada por la altitud puede afectar todo el cerebro.

Síntomas del edema cerebral

Los síntomas del edema cerebral suelen aparecer de repente y sin previo aviso. Estos pueden incluir:

• dolor de cabeza
• dolor de cuello
• rigidez en el cuello
• náusea
• vomitando
• mareo
• respiración irregular
• cambios en la visión, el habla, la memoria o la coordinación
• confusión
• entumecimiento
• convulsiones
• pérdida de consciencia

De estos síntomas, las convulsiones y la pérdida del conocimiento son los más graves e indican que el cerebro no recibe el oxígeno adecuado. Si esta privación dura demasiado, el edema cerebral puede provocar la muerte.

Tratamiento del edema cerebral

Los casos menores de edema cerebral suelen desaparecer de forma natural en unos pocos días. Por ejemplo, si se cayó y se golpeó la cabeza, puede visitar al médico y descubrir que tiene una conmoción cerebral (un tipo de hinchazón en el cerebro debido a una lesión). Una conmoción cerebral puede ser grave, pero una leve solo requiere descanso y eventualmente desaparecerá por sí sola.

Sin embargo, los casos más graves de edema cerebral suelen requerir tratamiento. El objetivo principal del tratamiento es restaurar el suministro de oxígeno al cerebro lo antes posible para evitar daños permanentes o la muerte. Esto se puede hacer más fácilmente mediante oxigenoterapia o tomando ciertos medicamentos, como un medicamento antiinflamatorio para limitar la hinchazón.

La administración de líquidos por vía intravenosa (IV) puede ayudar a mantener la presión arterial. A veces, el edema cerebral puede provocar una caída repentina de la presión arterial, pero los líquidos intravenosos pueden prevenirlo.

En los casos más graves, puede ser necesaria una cirugía. En un procedimiento llamado ventriculostomía , se perfora un orificio en el cráneo por encima del sitio de inflamación. Una vez que se forma este orificio, se puede insertar un tubo para drenar el exceso de líquido y ayudar a aliviar la presión en el área afectada.

Finalmente, puede ser posible quitar una parte del cráneo para acomodar más espacio para la hinchazón o para proporcionar acceso al área que causa la hinchazón para que pueda repararse.

La cirugía cerebral es una opción de tratamiento.

Resumen de la lección

El edema cerebral significa inflamación del cerebro y puede referirse a todo el cerebro o simplemente a un área del cerebro afectada por una enfermedad o lesión. Cuando el cerebro se hincha, está limitado por el cráneo, y si la presión aumenta debido a que el cerebro presiona el interior del cráneo, puede cortar el suministro de sangre y provocar la muerte. Los síntomas suelen aparecer repentinamente y pueden incluir dolor de cabeza, dolor de cuello, rigidez de cuello, náuseas, vómitos y confusión. En casos graves, pueden producirse convulsiones y pérdida del conocimiento. No todos los casos de edema cerebral requieren tratamiento, pero de los que sí lo requieren, el tratamiento con oxígeno, los líquidos intravenosos, la medicación o la cirugía son opciones.

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