Estudiantes que hablan: estrategias y gestión del aula
Tratar con personas que hablan en exceso
Cuando George Thorogood canta, ‘Hablas demasiado, hablas demasiado / No puedo creer las cosas que dices todos los días / Si sigues hablando bebé / Sabes que seguramente me alejarás ‘ , ¿te imaginas? algunos de tus estudiantes?
Hablar en exceso es un problema común con el que los maestros han estado lidiando durante siglos. A lo largo del camino, la profesión ha desarrollado algunas estrategias efectivas para ayudar a los estudiantes a aprender la forma adecuada de expresarse en la escuela. Examinemos algunas estrategias para lidiar con los hablantes en el aula.
Recordatorios verbales
Idealmente, un maestro pensará con anticipación sobre el tipo de comportamiento que espera durante cada tipo de actividad de aprendizaje para que pueda discutir de manera proactiva esas expectativas con sus estudiantes. Por ejemplo, durante el tiempo de colaboración en grupo, puede esperar que los estudiantes hablen con sus compañeros sobre la tarea usando una voz de bajo nivel. Por el contrario, cuando esté dando una conferencia, puede esperar que los estudiantes permanezcan en silencio a menos que levanten la mano y se les dé permiso para hablar.
Una vez que sus alumnos comprendan las expectativas, un error temporal en el juicio puede corregirse mediante recordatorios verbales expresados de manera positiva, como “Recuerde levantar la mano si tiene una pregunta”. Los recordatorios verbales son palabras que se expresan oralmente para ayudar los estudiantes recuerdan las reglas. Una vez que el estudiante haya corregido su comportamiento, no olvide agradecerle su cooperación.
Recordatorios no verbales
Los recordatorios no verbales ayudan a los estudiantes a corregir su comportamiento al llamar la atención sobre su comportamiento sin usar palabras. La proximidad al estudiante, el contacto visual y las expresiones faciales son ejemplos de recordatorios no verbales. A veces, algo tan simple como colocar suavemente una mano en el hombro del estudiante le recordará las expectativas de comportamiento.
Utilice un captador de atención
¿Alguna vez has notado que cuando pierdes la voz, todos a tu alrededor se callan? Bajar la voz es una gran técnica para captar la atención de los alumnos y hacer que se calmen. Otra técnica es hacer una pausa y esperar hasta que el estudiante cumpla antes de continuar. Las señales, como encender la luz o hacer sonar una campana, son otras formas de hacer que presten atención y dejen de hablar.
Redirección
Al ayudar a los estudiantes a corregir su comportamiento, es importante no permitir que interfiera con la instrucción. Lo más rápido posible, querrá que los estudiantes vuelvan a prestar atención a la lección. Un alumno que habla puede ser redirigido a una discusión cuando un profesor hace una pregunta sobre el contenido. Si un estudiante se distrae durante un trabajo independiente o un proyecto grupal, simplemente señalar un papel puede ayudar al estudiante a reenfocarse.
Resumen de la lección
Hay varias formas de lidiar con los estudiantes habladores sin quitarles la instrucción. En primer lugar, discutir de manera proactiva las expectativas de comportamiento para la actividad de aprendizaje ayuda a los estudiantes a tener una conducta adecuada. Una vez que los estudiantes comprenden lo que se espera de ellos, los recordatorios verbales pueden redactarse de manera positiva y cortés para corregir los errores. Se pueden usar recordatorios no verbales , como proximidad, contacto visual y expresiones faciales para llamar la atención del estudiante.
Otra forma de llamar la atención de un estudiante es cambiando el método de presentación, ya sea bajando la voz o haciendo una pausa para llamar la atención de todos. Finalmente, redirigir a los estudiantes haciendo preguntas o señalando una tarea ayudará a los estudiantes a reenfocarse sin distraer a otros del aprendizaje.